Ignacio Álamos y los sueños de la Agrícola Santa Laura en la comuna de Cabildo

Luego de estudiar ingeniería comercial entre Viña del Mar y Santiago, este joven agricultor volvió a la provincia de Petorca para, junto a su padre, levantar el financiamiento y administrar los tres campos que componen esta agrícola y que, en la actualidad, tiene unas 70 hectáreas en producción.

Por: Andrés Rojas

Luego de estudiar ingeniería comercial en las ciudades de Viña del Mar y Santiago, Ignacio Álamos (34 años) tomó la decisión de regresar a la comuna de Cabildo, provincia de Petorca, para administrar la Agrícola Santa Laura, proyecto por el que apostó junto a su padre, quien por años ha estado ligado a la agricultura.

Si bien la escasez hídrica y el cambio climático ha golpeado fuerte a la región de Valparaíso, y particularmente a los pequeños y medianos productores de la zona, Ignacio Álamos encontró en el campo más que una oportunidad de trabajo y confía en que, con una mayor organización de los agricultores, y el apoyo de instituciones del Estado, es posible salir adelante y darles rentabilidad a los campos.

“Mi familia ha sido por varias generaciones de agricultores, siempre relacionados con esta zona. Mi abuelo era agricultor, pero mi papá fue quien empezó a desarrollar proyectos un poco más grandes, y empezó a meterse en varias agrícolas; siempre acá”, afirma.

“Con mis hermanos vivimos acá hasta que llegué a octavo básico. Ahí nos fuimos a vivir a Viña, donde me quedé hasta la educación media y universitaria, y luego volví. Estudié ingeniería comercial en la Adolfo Ibáñez en Viña, después estuve un par de años en Santiago, terminando la carrera y me vine de vuelta al campo”, detalla Ignacio, quien hoy vive con su señora en el sector de Los Molinos, donde se ubica uno de los campos de la Agrícola Santa Laura, en la que se cultivan entre otros frutales: paltos, naranjas y limones.

¿Por qué vuelves al campo?

Al ahondar en las razones de su regreso a la comuna que lo vio dar sus primeros pasos, Ignacio no duda. “La oportunidad aquí era mejor. De hecho, estuve viendo posibilidades de trabajar allá -en la región Metropolitana- en otras industrias como turismo, que también es algo que me gusta mucho, pero acá empezamos un proyecto con mi papá con la posibilidad de yo ir agarrando participación en éste”.

“Ahora somos socios en agrícola Santa Laura, que me encuentro administrando y hemos podido hacerla crecer un poco, incorporar algunos campos más chicos y diversificar también los cultivos. Fue la proyección de este proyecto por lo que me vine, siempre estuve relacionado acá, conozco bien la zona y también tenía muchos conocidos, por lo que también me atraía por ese lado (…) La calidad de vida y la posibilidad de hacer cosas, porque a mí siempre me ha gustado poder desarrollar proyectos de todo tipo; en el fondo buscar y hacer cosas que antes no estaban. En Santiago hay más de todo y más competencia, para todo hay que ir a Santiago o a Viña”.

Detalla que la agrícola la adquirieron en 2014, año en que su anterior dueño se decidió a vender tras pasar temporadas bastante complejas fundamentalmente por “problemas de heladas y de sequías”. “Ya cuando el dueño quiso venderla, a través de un amigo, llegó a mi papá y me dijo: no tengo la capacidad de administrarla, pero si vamos juntos podemos levantar el financiamiento para comprarla. Lo hicimos así”, recuerda.

Asimismo, detalla que “la agrícola llegó a tener 120 hectáreas, pero los dos últimos años hemos tenido que cortar 40. Estamos en 80 hectáreas cultivables y de esas, están produciendo 70. Son tres campos, uno en Los Molinos, al lado del canal y otros dos campos más chicos hacia la cordillera. El campo de Los Molinos es el que ha estado súper afectado por la sequía. Tenía 50 hectáreas cuando compramos y solo el último año tuvimos que cortar 30”.

El déficit producido por la sequía

Tras comprar el campo, que ya venía afectado por la sequía, Ignacio asegura que las lluvias de 2015 les permitieron estar 2016-2017 “un poco mejor”, sin embargo, no duda en decir que este año ha sido muy complejo. “Ha sido el peor año; es decir, el más afectado por acumulación del déficit producido por la sequía, y porque este invierno no ha llovido nada está siendo el año más duro, y eso se verá en el verano cuando estemos muy complicados con el riego”.

Considerando un registro de las precipitaciones tomadas en Cabildo, sector El Ingenio, Ignacio explica que “uno de los indicadores importantes es la cantidad de años que superaban la media con precipitaciones superiores a 400 mm”, ya que “antiguamente eran los que ayudaban a recargar el acuífero”.

A pesar de ello, es optimista. Ignacio Álamos también preside el Canal del Medio, una asociación de canalistas que recientemente obtuvo una bonificación cercana a los $200 millones, otorgada a través del Gobierno Regional de Valparaíso y la Comisión Nacional de Riego (CNR).

“Es primera vez que obtenemos una bonificación, a través del canal. A raíz de todos los problemas que se vienen acumulando con la sequía se formó una asociación gremial con puros agricultores jóvenes, al principio, y después se empezaron a integrar todo tipo de agricultores, de distintas edades y dedicados a diferentes cultivos. Esa asociación fue la que empezó a impulsar ciertas soluciones y trabajar los temas del agua en cuatro áreas: levantar aguas; conducir esas nuevas fuentes a los lugares que lo necesitan; la distribución desde donde esté el recurso hacia los campos, y finalmente su uso eficiente”, destaca.

“Entonces esta asociación gremial lo que propuso fue postular a fondos públicos para entubar los canales, aprovechar esa infraestructura y poder llevar el agua que va a llegar en unos años más desde una nueva fuente a todos los rincones de la provincia y a todos los agricultores, grandes y chicos, independiente de lo que cultiven. Se juntó la asociación de canalistas con esta asociación gremial, nos conectaron con otras instituciones regionales y nos ayudaron a postular a un primer fondo, que es el Activa Riego (Corfo) que está trabajado por Fedefruta. Postulamos un proyecto de $10 millones y Corfo nos financió $7,2 millones para hacer todo el diseño, la ingeniería y topografía para la entubación del canal y con ese diseño postulamos al concurso CNR-GORE, también empujados por la asociación gremial y el Perfruts”, profundiza.

Potenciar la desalinización

Consultado por sus nuevos desafíos, subraya que “varios de los agricultores del canal ya somos parte de la asociación gremial (Agroquinor) y nos estamos sumando a lo que se propone ahí, y las expectativas nuestras más que solo regar es cambiar la provincia, sumando estas nuevas fuentes y llevando esa agua a todos los canalistas, y esto replicarlo en muchos de los canales para, por un lado, potenciar un proyecto de agua desalinizada como nueva fuente, y por otro, cuando esté ese proyecto, se pueda distribuir a todos lados y potenciar la agricultura en la provincia completa y no solamente en ciertos sectores”.

“Presentamos una propuesta de modelo de negocio. En el fondo les dijimos (a las autoridades) que una planta privada 100% funciona en algunos lugares del mundo, pero para nosotros acá, para la agricultura no funcionaría, por tanto, se hace necesario que participe el sector público de alguna manera y dentro de las posibilidades que vemos nosotros creemos que es fundamental que el sector público pueda de algún modo avalar los contratos de compra de agua para la pequeña agricultura”, detalló en referencia a la reciente visita de la Ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, a la provincia de Petorca.

Para dar solución al déficit hídrico en el largo plazo, también plantearon la necesidad de estudiar la posibilidad de realizar en conjunto una “carretera hídrica provincial”, dado que “el problema es que el agua no está donde se necesita”.

Finalmente, indicó que para mitigar los efectos del cambio climático es imperativo avanzar en el desarrollo de obras comunitarias: “Nos interesa que la CNR vaya creciendo en beneficios a las comunidades y hacer más proyectos colaborativos”, dado que “con una sola obra, si bien va a ser más cara, puedes beneficiar a grupos grandes de agricultores y darles una solución definitiva a todos los canalistas”.

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