Lucy Albizu, creadora del Huerto Interactivo El Moro: “Nos dimos cuenta de que no íbamos a ser capaces de cosechar solos esa cantidad de frutas y verduras”



La joven agricultora de la comuna de Río Negro, en la región de Los Lagos, destaca que su emprendimiento partió con la idea de producir alimento para sus hijos y, considerado los efectos del cambio climático; no obstante, el aumento en la producción los motivó a innovar y permitir que cientos de familias auto-cosechen sus frutas y verduras para llevarlas directamente del huerto a cada una de sus casas, sin intermediarios y a un precio justo.

Por: Andrés Rojas

Desde la comuna de Río Negro, provincia de Osorno, una pequeña agricultora relata cómo junto a su esposo iniciaron un emprendimiento que tras más de 10 años de trabajo y crecimiento los llena de orgullo y satisfacciones: el primer huerto interactivo de la región de Los Lagos, el que permite a sus cientos de visitantes auto cosechar -con canastos de mimbre- sus frutas y verduras para llevarlas frescas hasta su mesa.

“Tengo 39 años, estoy hace veinte años casada y tengo dos hijos, uno que estudia en la Universidad Austral y la más chiquitita está en el colegio. Con mi esposo Moisés Arismendi somos hijos y nietos de pequeños agricultores locales y decidimos innovar en la región e instalar un huerto que tenga que ver con frutales en una zona que es netamente ganadera y lechera”, cuenta Lucy Albizu.

La emprendedora destaca que se encuentran en “una zona con una gran afluencia de público en la temporada estival, que es cuando la gente viene desde la zona central, entonces se nos ocurrió innovar en torno al agroturismo y poder mostrar nuestro trabajo a todas las personas que quieran visitarnos y conocer de éste”.

Asegura que la idea nació luego de una breve estadía por la zona central, y que hoy ambos dedican el 100% de su tiempo al emprendimiento que iniciaron en 2010.

“Nosotros regresamos en el año 2010 (a Río Negro) y decidimos empezar a trabajar nuestra tierra, como jóvenes agricultores en esa época, porque en realidad no hay mucha posibilidad cuando los padres son los dueños del terreno. Entonces decidimos comprar una parcelita de 3 hectáreas y ahí comenzar a producir frutales en un lugar donde solamente se veía leche, queso, vacas y ganado en general”, recuerda.

Agrega que “la idea era producir algo acorde al cambio climático, como frutillas, frambuesas, arándanos; producir hortalizas al aire libre o bajo plástico. Esa fue la postura desde un principio, y empezar a producir alimentos para nuestros hijos, de manera que sepamos lo que están consumiendo”.


El inicio de la comercialización

“Cuando esta producción empezó a crecer se nos ocurrió la manera de comercializarla, y ya no solamente producir alimentos para nuestros hijos sino también para los hijos de muchas otras familias, una labor tremendamente importante porque esta es una zona en donde en esta época no se producía una gran cantidad de alimentos y todo lo que adquiríamos de frutas y verduras venía de la zona central”, explica Lucy.

Precisó que en un comienzo instalaron las primeras 600 “matitas” de frutillas porque tienen “la particularidad de producir cerca de 1 kilo por mata, y para eso teníamos la experiencia de que mi esposo -técnico agrícola- había trabajado en esto en la zona central (…) uno no es profeta en su tierra, teníamos que empezar a probar qué resultaba y qué no. Ahí nos dimos cuenta de que las frutillas se dieron maravillosas y daban efectivamente un kilo de fruta por mata. Luego empezamos a invertir en invernaderos, a producir hortalizas como: habas, arvejas, porotos, choclos y lechugas. Hemos llegado a producir incluso hasta sandías y melones”.

Después de arrendar otras 7 hectárea pudieron crecer en superficie hasta las 10 hectáreas, terreno en el cual cuentan con este huerto interactivo en donde afirma “hay de todo: frutas, verduras, pepinos, lechugas, tomates, cilantro, para el gusto de todo público. Cuando una como agricultora trabaja codo a codo con su esposo, necesitábamos mayor cantidad de manos para poder cultivar la superficie con la que contábamos, así fue como empezamos a dar empleo y tenemos colaboradores que llevan bastantes años con nosotros”.

“Fue tanto el nivel de producción que nos dimos cuenta de que no íbamos a ser capaces de cosechar esa cantidad de frutas y verduras. Fue así como a mi esposo se le ocurrió instaurar acá en la región de Los Lagos el primer huerto interactivo en esa época, en que las familias tengan la posibilidad de auto cosechar sus futas y verduras y llevarlas directo de mi huerto a su mesa. Que las mismas familias vengan, les pasemos un canastito de mimbre, se les dé un recorrido y que con los niños conozcan las matas de frutillas, y pudiesen llevarse todo lo que puedan auto cosechar: lechugas, pepinos, tomates, poroto, igual que en Europa, con la diferencia que no cobrábamos entrada, sino que pagaban solo lo que se cosechara”.

“Hay fines de semana en que recibimos del orden 600 visitantes. Hubo un fin de semana en que recibimos 830 personas. La gente cada vez está más interesada en saber de dónde nace lo que están consumiendo”, recalca. Y si bien durante la pandemia hubo semanas en que los clientes dejaron de visitarlos, disponen del “Frutimóvil”, transporte que les ayudó con la fidelización de sus clientes, que son de diversas comunas como Puerto Varas, Frutillar y Puerto Montt, así como también de Panguipulli y Valdivia (región de Los Ríos).


La importancia del riego

Es en medio de la expansión de este emprendimiento, y teniendo en cuenta la escasez hídrica y el cambio climático, que la pareja de agricultores consideró la necesidad de mejorar sus sistemas de riego.

“Nos hacía falta poder extender nuestras redes de riego porque si bien contábamos con agua disponible por pozo profundo, no teníamos cómo regar todos esos cultivos que teníamos… en ese tiempo era algo pequeño de media hectárea; no obstante, ahora trabajamos 10 hectáreas y tenemos más de 300 mil matas de frutillas”, sostiene.

Para Lucy, “si bien el cambio climático nos ha beneficiado para poder producir de todo en esta región, el hecho de que estemos rodeados de lagos y mar no asegura el agua, es un mito el que llueva mucho y nos sobra el recurso… entonces efectivamente cada cultivo necesita un riego tecnificado y para eso fue pieza clave nuestro consultor, quien diseñó un sistema de riego a la medida del huerto, porque era lo que nosotros necesitábamos. Eso fue lo que nos propuso el Coordinador de la CNR cuando nos visitó y dijo que no podía ser que nunca hayamos sido beneficiados siendo que somos pieza clave en la producción de alimentos”.

A meses de esa primera visita, actualmente celebran su primera bonificación de la Ley N°18.450 de Fomento al Riego y Drenaje, cerca de $20 millones que les permitirán avanzar en las obras de tecnificación necesarias para optimizar el riego de sus hortalizas y frutales menores.

“Gracias a una cadena de favores, hemos potenciado el huerto. Para quienes quieran conocerlo y visitarnos estamos en Google Maps: Huerto Interactivo El Moro y el GPS los trae directo, estamos muy cerca de la ruta 5 Sur, en el cruce Chifín (Río Negro), Kilómetro 944. También pueden visitar nuestras redes sociales, en Facebook Huerto Interactivo El Moro y nuestro Instagram @Huertoelmoro”, concluye Lucy.

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