Gonzalo Sierra, director de la Comunidad de Aguas canal Torre Baja: “Es una cadena de beneficios para los regantes de esta organización, que nos permite mantener la agricultura”

Por: Karina Silva

Las Sossa, es una pequeña localidad rural ubicada a 24 kilómetros de la comuna de Ovalle, sector que se caracteriza por acoger a un número importante de pequeños productores agrícolas, quienes durante los últimos años han sufrido las consecuencias de la escasez hídrica, que ha mermado y dificultado esta actividad.

Uno de los tantos actores productivos que comparte este territorio es la Comunidad de Aguas del canal Torre Baja, agrupación compuesta mayoritariamente por pequeños usuarios de aguas, que, en base a esfuerzo y corazón, han podido ingeniárselas para asegurar el alimento proveniente de la tierra en las mesas de los miles de chilenos que se abastecen de sus productos.

Gonzalo Sierra, es uno de los directores y vocero de la Comunidad de Aguas Canal Torre Baja, un hombre entusiasta y muy comprometido con el mundo agrícola al que representa. Esta organización, recientemente recibió una bonificación por más de $32 millones, mediante la Ley de Riego, consistente en el revestimiento con hormigón armado de 350 metros del canal, proyecto que beneficia a 30 regantes y sus familias y favorece 2, 45 hectáreas de superficie nueva de riego.

 “Estamos muy contentos. Este es el resultado de un arduo trabajo que nos ayuda enormemente. Este beneficio es tremendamente importante porque no se pierde absolutamente nada de agua. Nuestro canal está revestido prácticamente en un 80% y detrás de este revestimiento vienen los estanques y el riego tecnificado, por lo que el ahorro del agua que existe es muy relevante y ese ahorro de agua se puede ir repartiendo entre todos los regantes”, comentó el regante muy satisfecho con este logro, que implica diversos beneficios, especialmente, para los agricultores más longevos.

Gonzalo Sierra comentó que “cuando el canal, que posee cerca de 8 kilómetros, estaba en tierra, para que regáramos nosotros había que lanzar unos 200 litros por segundo, hoy día con 60 litros estamos bien. Es fantástico. Es una cadena de beneficios para los regantes de esta organización que nos permite mantener la agricultura. Cuando era de tierra, el agua demoraba dos días en llegar desde la toma a este punto donde hoy estamos, y actualmente sólo demora entre 4 a 5 horas, lo que también mejora nuestra calidad de vida”.

“Con el canal se riegan alrededor de 300 hectáreas de unos 30 regantes de la zona, quienes producen brócoli para semilla y que se exporta; uva, mandarinas y alcachofas, por lo que estamos más motivados para seguir trabajando. Mediante el canal se capta el agua del río y para llegar al último de los regantes era imposible (en canal de tierra), ahora se reduce al mínimo las pérdidas”, puntualizó el representante del directorio.

Gonzalo Sierra también se refirió a los estragos que las sequías pasadas han provocado en la agricultura y los regantes y a las herramientas con que hoy cuenta para enfrentarla. “Ahora seguimos haciendo agricultura por la gran cantidad de obras que hay y por la gestión del agua, lo que sin dudas es más positivo. Continuaremos participando en los concursos de la CNR para mejorar aún más y contar con mayor seguridad de riego”. 

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