Flor Moreno, pequeña agricultora de Rinconada de Cato, Ñuble: “Para nuestra familia el riego es un sueño de años, que por fin veremos hecho realidad”
Más de 18 años de esfuerzo acarreando mangueras para regar sus frambuesas llegarán a su fin la próxima temporada de riego, lo que tiene muy contentos a Flor y Edgardo, un matrimonio de más de 30 años y con 4 hijos, quienes nos relataron su historia llena de sacrificios y de la cual se sienten orgullosos por la familia que lograron formar.
Por: Alejandro Fuentes
- ¡Mamá quiero ser grande y tener fuerza para ayudarlos!– es la frase que quedó grabada por siempre en la memoria de este matrimonio, en un momento de sus vidas donde las enfermedades los tenían imposibilitados para hacer fuerza y su hijo de, entonces, 6 años intentaba tirar el cordón de arranque de la motobomba, que permitiría regar las frambuesas, que eran el sustento familiar.
Sin duda, que fueron momentos complejos que vistos con la perspectiva del tiempo emociona hasta las lágrimas a este matrimonio compuesto por Flor Moreno de 65 años y Edgardo Irribarra de 62 años. “Cuando mi hijo dijo esa frase, mi esposo estaba con una hernia lumbar que no le permitía hacer fuerza y yo en cama debido a una apendicitis a la que no presté atención por tener que cuidar a mis pequeños”, relata Flor como uno de los momentos más duros que tuvieron que vivir, ya que la apendicitis se agravó a peritonitis y tuvo que ser operada de urgencia.
Este capítulo de sus vidas resume una historia de esfuerzo que fortaleció enormemente a una familia que obtuvo, en el cultivo de la frambuesa, un fuerte aliado y cuyos ingresos permitieron alimentar, vestir y educar a todos sus hijos. “Hoy todos están grandes, son profesionales y estamos muy orgullosos por cómo se relacionan con nosotros, porque constantemente nos agradecen la crianza que les dimos, con valores que hoy les permiten ser buenas personas”, agrega Flor orgullosa.
“Cuando les contamos a nuestros hijos que por fin habíamos obtenido el proyecto de riego, ellos fueron los más felices, porque siempre nos están ofreciendo ayuda económica para que dejemos la frambuesa, por todo el sacrificio que conlleva. Pero ahora que saben que regaremos sin mayor esfuerzo están muy contentos. Ellos deben entender que la frambuesa no es fácil dejarla, porque más allá de los ingresos que nos genera, le debemos mucho a este cultivo, que nos acompañó durante toda la vida en matrimonio y nos permitió criar a nuestros hijos y hoy, es nuestra entretención en el campo y lo será, más aún, sin el sacrificio de regar, ya que ahora eso lo haremos apretando solo un botón”.
Flor Moreno es beneficiaria de un concurso de riego, fruto del convenio entre el Gobierno Regional y la Comisión Nacional de Riego, el que permitirá instalar 40 sistemas de riego para agricultura familiar campesina de Ñuble. Así, el matrimonio Irribarra-Moreno podrá contar con un sistema de riego por goteo con generación de energía fotovoltaica conectada a la red, para la próxima temporada de riego.
“Esta es una gran noticia para nosotros ya que dejaremos de acarrear las mangueras para un lado y otro y las frambuesas las podremos regar presionando solo un botón, lo que a nuestra edad es muy bueno. Nos gusta el campo y nos gusta mantenernos activos, pero hay labores de fuerza que, con lo años, se van dificultando, por lo que este sistema tecnificado de riego nos facilitará mucho las labores. Estamos felices porque para nuestra familia el riego es un sueño de años que por fin veremos hecho realidad”, cuenta Flor emocionada.
“Nos ilusiona en un futuro cercano estar bien de salud para recibir a nuestros nietos. Queremos que vean que sus padres fueron criados en un entorno hermoso como éste, donde la tierra permitió que ellos fueran felices y nuestra unión familiar les permitió convertirse hoy en grandes personas y agradecidos de sus padres”, concluyó Flor.
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