Pequeño agricultor de Pirque: “Me molestan mis amigos porque ando todo el día con una pala al hombro”

Con 80 años, y una familia que aún mantiene su amor por la agricultura, Aladino Pizarro destaca la necesidad de aprovechar el agua disponible y aumentar la capacitación en sistemas de tecnificación del riego.

Por: Andrés Rojas

“Vivo con mi señora, Florinda Ulloa. Con ella tenemos tres hijos y ellos me ayudan harto”, destaca Aladino del Carmen Pizarro Gómez, un pequeño agricultor de la comuna de Pirque en la región Metropolitana. A sus 80 años, cuenta con orgullo cómo toda su familia, entre ellos sus nueve nietos, cooperan a diario en las diversas labores del campo.

“Me gusta mucho que a mis tres hijos les guste el campo, cuando les he entregado la tierra, -dividida en medias hectáreas- para que la trabajen, ellos están ahí los días sábado y domingo. Eso me tiene contento porque se dedican a trabajar todo el día aquí, sacando piedras, cercando por los animales, sembrando (…) mis nietos me ayudan a regar, a sacar maleza, son dos mujeres y los demás son todos hombres, algunos titulados ya con sus profesiones también”, profundiza.

Para este pequeño agricultor, miembro de la Comunidad de Aguas El Principal y usuario Indap por más de 40 años, el trabajar en el campo le ha permitido sacar adelante a sus hijos, quienes actualmente compatibilizan sus profesiones con las tareas del campo.

Si bien tenía 20 hectáreas (ha) de superficie, cuenta que vendió 5 ha para poder costear la educación de sus hijos: “Tuve que vender para empezar a hacer un capital para trabajar y para educar a mis hijos, eso fue difícil. Si no hubiera tenido la parcela no los habría podido educar, y tengo la experiencia de muchos amigos míos que tuvieron que vender porque no tenían cómo mantenerse”.

“He sido siempre del campo, estudié poco tiempo, hasta lo que era primer año de humanidades, de ahí empecé a trabajar aquí, en El Principal, donde fui inquilino durante 12 años, después vino la expropiación, así que hemos pasado por decisiones bien difíciles que hemos tenido que tomar. Actualmente, lo importante es el asunto del agua, siempre hemos tenido problemas con el agua, pero ahora ya es mucho más difícil porque llueve menos”, cuenta.

A pesar de ello, celebra que este año la venta de maíz fue muy buena. “Sembré maíz, para vender y hacer humas y mis nietas me ayudaron a hacer toda la pega que se requiere. Nadie tenía choclos de éstos, para vender en verde, entonces se me hicieron pocos y no me demoré nada en venderlos, porque llegaba gente tanto de aquí, de El Principal, como gente de las ferias de Puente Alto y de Pirque, explica Aladino, quien atribuye esta mejora en las ventas a raíz del pasado derrumbe del canal Las Mercedes en Curacaví, lo que afectó a cientos de agricultores de dicha comuna.

“Me molestan mis amigos porque ando todo el día con una pala al hombro, en estos momentos quiero entregarles más tierras a mis hijos, para que ellos las trabajen, planten árboles y nos dediquemos más a la agricultura, que se necesita tanto. Con poca agua, con el riego por goteo, sé que se puede sembrar mucho más”, comenta.

Nuevas tecnologías y desafíos

Aladino, argumenta que “hay muy poca gente que se dedique a trabajar en la agricultura, como las personas ahora todas tienen su buena educación; por eso agradezco harto lo que están haciendo en este momento, instruyéndonos sobre las tecnologías para el riego, como los tranques y los sistemas de riego por goteo, todas esas cosas que se hacen ahora, que son mucho más cómodas y con ellas el agua rinde hartas veces más”.

“En este momento tengo alrededor de 15 hectáreas en donde INDAP y la Comisión Nacional de Riego me favorecieron con un tranque, que pucha que me ha servido porque riego por goteo. También tengo paneles solares, por lo que me sale más barato todo el trabajo”, valora Pizarro.

No obstante, admite estar “un poco atrasado” en el uso adecuado de los paneles fotovoltaicos, y en las nuevas tecnologías que le permitirían aprovechar de mejor forma el agua que dispone gracias al tranque. “Hay cosas que todavía no he podido hacer, quiero sembrar más maíz, papas, porotos, lechugas, tomates, que es lo que la gente busca, por eso es importante que los agricultores nos dediquemos a eso”, afirma.

“Tengo mi pensión, soy jubilado en el antiguo sistema de pensiones, y mi señora tiene una pensión del Estado, pero hay que pagar derechos de agua que aquí en realidad sale caro, porque realmente se han hecho proyectos muy importantes -a través de la Comunidad de Aguas- que valen la pena, ya que no sacaríamos nada con tener tierras y no tener con qué regarlas”.