Rodrigo Carrillan, pequeño agricultor y productor de Padre Las Casas, un hombre agradecido de la tierra y sus beneficios

Pequeño productor de hortalizas, que le pone “ñeque” a su trabajo para salir adelante. Orgulloso de lo que es y lo que hace, nos revela su pasión por el campo.

Por: Macarena Sáez

Para Rodrigo, el campo lo es todo.  Agricultor que vive y trabaja en la comuna de Padre Las Casas, que lamentablemente fue afectada de forma importante por la pandemia de COVID-19, esperanzado cuenta cómo su vida funciona en torno a sus hortalizas.

“A mí siempre me ha gustado el campo.  Creo que uno es bendecido al tener un pedazo de tierra y, más encima, sumar que las manos están buenas aún, para aprovechar de sembrar y cosechar hortalizas que me dan el sustento para vivir”.

Rodrigo es un hombre dedicado ciento por ciento al campo.  No tiene hijos, pero sí su pareja, que “es de hace poquito no más, pero andamos bien”.  Agricultor generoso con su entorno, sus vecinos y quien necesite de él. Vive preocupado de hacer bien las cosas.

“A mí me gusta que, además, el campo se vea bonito”, cuenta riéndose.  “Es que también hay que ponerle color a la cosa, por eso trato de que se vea linda mi plantación, en lo estético, aparte que esté bien mantenida la producción”.

“Principalmente me dedico a la producción de lechugas.  Las variedades que cultivo son lechuga crespa y escarola.  Bueno, eso en época de verano.  Ya para otra época más helada, me dedico a cultivar acelga y cilantro, que son más resistentes a las heladas”.

El apoyo de la CNR

Inicialmente, para Rodrigo el riego era algo difícil, porque “antes había que hacer malabares para poder regar, sin embargo, gracias a don Claudio -Consultor- que siempre está pendiente de mí, me postuló a un proyecto de riego con aspersores y goteo, y ¡pucha que mejoró todo!”.

“Quiero relevar el apoyo de mi consultor -Claudio Valenzuela Wike-, un hombre muy transparente y que me visita frecuentemente.  Profesionales así son los que uno necesita.  Que estén pendientes, que aconsejen y que nos muestren todas las alternativas de ayuda que tiene el Gobierno para nosotros. Eso es súper importante, y lo agradezco de corazón”.

A casi 2 años de esa instalación de sistema de riego tecnificado, Rodrigo cuenta orgulloso el resultado. “Cambia en un cien por ciento la calidad de las hortalizas.  Más encima, tengo mucha más producción, lo que me ha permitido generar mi propio trabajo independiente.  No es fácil, para nada, porque siempre es más complicado para un pequeño agricultor salir adelante, pero eso no es impedimento para seguir adelante”.

Venta en tiempos de emergencia

Para Rodrigo, en tiempos “normales”, sin emergencia sanitaria, la vida le saludaba agradablemente, porque a pesar de que es harta “pega”, ya tenía sus contactos de cadena productiva, sus ventas masivas con proveedores, en fin, una vida y un proceso de ventas organizados.

“Bueno, las articulaciones que yo manejo en lo normal, son la distribución de mis hortalizas en la Vega de Vilcún y en la feria Pinto de Temuco.  Actualmente esto se ha dificultado mucho, y es lo que les pasa a muchos pequeños productores como yo, no tenemos otra fuente de trabajo. Y claramente, la emergencia de este ´bicho´ que nos tiene a todos complicados, es un gran problema”.

“Sigo esperanzado que esto pase luego, y que ojalá volvamos a retomar nuestra vida de trabajo para salir adelante. Confío en que así será. Sería ideal que pudiéramos, los pequeños agricultores, tener otras opciones para movernos un poco más en estos tiempos.  Entiendo y agradezco que por ahora la prioridad es cuidarnos y no contagiarnos, porque enfermos no tenemos vuelta.  Esperemos en Dios salgamos todos adelante y valoremos este tremendo remezón que nos ha dado la vida”.